Argumentos sobre los videojuegos

En 6º A, hemos concluido lo siguiente en relación a los videojuegos:

• En los videojuegos se aprenden “cosas”, pero... no siempre son buenas.
  
  
• En cuanto a si son sexistas, nos cuesta llegar a una conclusión clara. Pensamos que sí lo son porque hay muchos más hombres que mujeres y las que hay tienen un papel secundario e, incluso, se menosprecian. Sin embargo, consideramos que esto no sucede en la mayoría de los videojuegos.
  
  
• Lamentablemente, algunos no respetan los derechos humanos. Hay videojuegos que discriminan a personas, por su condición sexual,  color de  piel...
  
  
• A los adultos, en general, no les gustan tanto. Sin embargo, todos conocemos a más de un adulto enganchado a ellos.
  
  
• Encontramos juegos para todas las edades y gustos, tanto en tiendas físicas, como online. 
  
  
• Y existen juegos con los que se aprende y uno se divierte a la vez. Por ejemplo, conocemos un juego en el que a la hora de hacer una foto a uno de los animales te presenta información del mismo. O cuando debes elegir uno de los coches, amplías conocimiento en cuanto a sus características. ¡Incluso juegos que te enseñan a cocinar!
  
  
• Debemos tener cuidado con el tiempo dedicado a los videojuegos, ya que nos quita de hacer otras actividades más importantes e interesantes en nuestra vida. Además, nos daña la vista, la postura corporal...
  
  
• Así que, cuando estemos aburridos, intentaremos tener diversas distracciones, no sólo los videojuegos. Recuerda: salir a la calle, hablar en familia, hacer deporte, visitar a amistades o familiares...
  
  
• Aunque los videojuegos sean caros, no debemos piratearlos, por varias razones: pueden contener virus (como cyberbulling, bloqueo de cuentas...); hay muchos empleos que dependen de esta industria; te puede estropear la consola; te pueden denunciar porque es ilegal...
  
  
• Es importante observar la carátula del juego que quieras comprar, puesto que trae todo tipo de información.
  
  
  Para finalizar y, a modo de conclusión, sólo añadir que  podemos disfrutar y aprender con los videojuegos, siempre y cuando lo hagamos intercalándolo en nuestras rutinas de diversión y nuestras obligaciones.