La tarde pasada fuimos Carlos, Helena Silva y yo a casa de la maestra Pepa a grabar con Javier, su marido, que es narrador profesional, nos ayudó a grabar el cuento de "La curiosa merienda."
Nos llevó el padre de Helena Silva. Cuando llegamos, la maestra Pepa nos invitó a pasar y nos dijo que nos sentáramos, estuvimos hablando un poco hasta que Javier nos llamó para grabar.
La primera en grabar fui yo, que hacía el papel de la araña. Cuando entré en la habitación donde Javier grababa, lo primero que vi fue una gran cabina tapada por cortinas que recubrían sus paredes. Javier me dijo que entrara dentro para poder grabar las voces y, al entrar, me colocó unos cascos en la cabeza para poder escuchar mejor. Entonces, empecé a leer el diálogo del cuento y lo repetí un par de veces.
La primera en grabar fui yo, que hacía el papel de la araña. Cuando entré en la habitación donde Javier grababa, lo primero que vi fue una gran cabina tapada por cortinas que recubrían sus paredes. Javier me dijo que entrara dentro para poder grabar las voces y, al entrar, me colocó unos cascos en la cabeza para poder escuchar mejor. Entonces, empecé a leer el diálogo del cuento y lo repetí un par de veces.
Al terminar, escuché mi grabación y me quité los cascos. Al salir, me senté con Helena en el sofá y Carlos comenzó a grabar. Él hacía el papel de grillo.
Mientras Carlos grababa, la maestra Pepa, Helena y yo nos quedamos en el sofá hablando sobre el libro de Charlie y la fábrica de chocolate. Luego, Carlos terminó de grabar y le tocó a Helena Silva, que era la narradora.
Al terminar todo, nos recogió el padre de Helena sabiendo la experiencia tan bonita que habíamos pasado.
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